La densidad de información es la cantidad de información en forma de contenido con la que se recibe al visitante de un sitio web nada más entrar en él.
Cuanto mayor sea la densidad de información, mayor será la cantidad de contenido que el visitante verá en el sitio o la página. Debido a esta relación con el contenido, la densidad de información tiene un impacto inmediato en la carga cognitiva del usuario, que a su vez, tiene un gran impacto en la navegabilidad del sitio, la usabilidad y la experiencia del usuario.
A la hora de diseñar, es imprescindible pensar en la cantidad de contenido que el usuario puede manejar razonablemente sin sentirse abrumado por él. Cuanto más contenido encuentren, más tiempo tardarán en completar ciertas tareas y objetivos de la página, ya que la cantidad de capacidad de procesamiento mental para completar las tareas y objetivos aumenta drásticamente.
Aunque siempre es tentador cargar un sitio con mucho contenido para mejorar el SEO, la moderación y el minimalismo son la clave para garantizar una perfecta facilidad de uso.
Parálisis por análisis, paradoja de la elección, sobrecarga de opciones
Se llame como se llame, demasiada densidad de información provocará la parálisis del análisis de los usuarios, lo que es desastroso desde el punto de vista del diseño web. Un buen diseño significa que tus usuarios saben lo que deben hacer en cada punto de interacción con tu sitio, así que si se quedan congelados en sus acciones porque demasiada información les confunde, tienes un problema.
Una densidad de información excesiva conduce a demasiadas opciones para sus usuarios.
Por ejemplo:
- Una página de producto presenta una imagen, un titular, una descripción, el precio, una llamada a la acción y algunas reseñas.
- Otra página de producto presenta varias imágenes, unos cuantos vídeos del producto, un montón de testimonios, valoraciones, reseñas, avales de famosos, un texto excesivo, un titular, subtítulos, varias llamadas a la acción para todo, desde un registro por correo electrónico hasta un botón de «añadir al carrito», productos recomendados con fines de venta cruzada y de venta adicional, etc.
Claramente, el escenario dos es el mal diseño, ya que cuenta con todos los ingredientes necesarios para que ocurra una parálisis por análisis.
Entonces, ¿cómo mantener la densidad de información al mínimo para garantizar una gran UX, optimizar el SEO y conseguir nuestros objetivos?
Qué hacer para mantener una densidad de información razonable
Comenzar por asegurarnos de que cada página y el sitio en general tienen bien definidos sus objetivos antes de comenzar el diseño es clave en este sentido. Esto implica preguntarnos cuál debe ser la finalidad de cada una de las páginas y adaptar la arquitectura de la información con el fin de lograr ese objetivo. ¿Queremos que el usuario compre? ¿Que rellene un formulario? ¿Que marque un número de teléfono? Todo nuestro diseño, incluida la información de nuestro sitio web, debe adaptarse a los objetivos que definamos.
En otras palabras, tenemos que ponernos en el lugar del usuario. Como profesionales, debemos definir al 100% cómo nuestros potenciales usuarios alcanzarán el objetivo de cada una de nuestras páginas, tanto si la están viendo en un móvil, como en una tableta o en un ordenador de sobremesa. El flujo del usuario debe estar bien definido, ser claro como el cristal y tan sencillo que incluso los usuarios poco sofisticados, es decir, los que no utilizan mucho la web, puedan completar las tareas con éxito.
El otro extremo
Los extremos nunca son buenos, no importa en qué lado del espectro esté el péndulo. Al igual que se puede proporcionar una mala UX a un sitio con demasiada densidad, se puede arruinar igualmente la UX cuando se tiene muy poco contenido.
Como indica este informe sobre el minimalismo en el diseño web, cuando buscamos el minimalismo de forma extrema de modo que nuestras interfaces presentan una densidad de información excesivamente baja, también corremos el riesgo de que a nuestros usuarios les resulte muy difícil o casi imposible encontrar lo que buscan. Cuando esto ocurre, la experiencia del usuario se resiente igualmente, y los diseñadores debemos recordar que primero diseñamos para los usuarios en lugar de ceñirnos demasiado a cualquier ideología de diseño.
En otras palabras, el minimalismo es siempre una opción inteligente en el diseño, pero tiene que ser un minimalismo moderado.
La densidad de información es crucial
La densidad de la información o la cantidad de contenido que un sitio muestra a sus visitantes desempeña un papel enorme en varios factores, como la UX, si el visitante es capaz de completar el objetivo final o no y, en última instancia, las conversiones de la página.
En definitiva, los diseñadores deben pensar en la densidad del contenido que presentamos a nuestros usuarios desde el principio. En general, los diseñadores deberían aspirar a una densidad de información mínima, para no abrumar a los visitantes. Sin embargo, la advertencia es que no puede ser excesivamente minimalista, ya que esto creará los mismos tipos de problemas de UX con la «capacidad de encontrar» y la capacidad de descubrimiento que también crea el exceso de contenido. En cuanto a lo que el SEO se refiere, una densidad muy baja de información puede afectar negativamente de varias maneras. Con menos contenido en la página, hay menos oportunidades para optimizarla para el SEO, lo que puede disminuir la relevancia del contenido y afectar negativamente a su posicionamiento en los resultados de búsqueda.
Además, los usuarios pueden sentirse insatisfechos con una página con muy poco contenido, lo que puede aumentar la tasa de rebote y disminuir la experiencia del usuario, afectando aún más el posicionamiento de la página en los resultados de búsqueda. Es importante que las páginas web tengan suficiente contenido relevante y optimizado para mejorar su visibilidad y posicionamiento en los resultados de los motores de búsqueda.
¿Quieres que nuestro equipo de diseño trabaje en tu sitio web? No lo dudes y contacta con nosotros.